Tweet to @LeonLeoncio

sábado, octubre 22, 2011

TIEMPO DE LA QUINIELA CLANDESTINA

Hoy, oficializada por el estado, los quinieleros ocupan posiciones como funcionarios municipales, otros tiempos eran aquellos en los que los esforzados memoriosos trabajadores del juego debían fatigar las calles recogiendo las jugadas sin anotaciones y cuyos premios abonaban rigurosamente a los apostadores que acertaban .

Mi amigo Gabriel me comento que en cierta oportunidad cuando estaba trabajando durante sus vacaciones de estudiante universitario en los meses de verano como gambucero en uno de los hoteles de mi ciudad, uno de los viajeros le preguntó si había alguien con quien realizar una jugada de quiniela, preguntó en la cocina y para su sorpresa todos desde el jefe de cocina hasta el último ayudante presurosos manifestaron su interés por tomar la apuesta.

Claro se reservaban el veinte por ciento del monto y trasladaban la jugada al "mosca" que era el banquero oficial clandestino, al que acudían todos los interesados, incluido mi vecino, que realizaba una o dos jugadas por semana, hasta que perdí contacto visual cuando fue designado juez de paz del pueblo.

Por supuesto no deje de ver al mosca, que transitaba religiosamente el circuito cotidiano, hasta sus últimos días.

"O tempore o mores", lo único permanente es el cambio sostenía Heráclito y es cierto pero que nostalgia me trae haber perdido instituciones como la relacionada, para mi que nunca hice una apuesta de este tipo y que detesto.

No hay comentarios.: