No creo que las monarquías en conjunto hayan lucido mejor que las actuales, todas ordenadas, sin excesos, reyes y reinas equilibradas, bien presentables y sin escándalos, abiertamente democráticas que se han permitido incorporar nuevos miembros a partir de enlaces de herederos al trono con esposas sin antecedentes nobles, desde Japon a Inglaterra pasando por España, Holanda, Luxemburgo, Mónaco, Dinamarca, Noruega y Suecia donde la Princesa se caso con su personal trainer.
Algunas están por debajo de lo que se espera para una función de tan alta exposición y responsabilidad, otras igualan desempañándose como si siempre hubiesen pertenecido al medio, pero las hay que superan, como si la monarquía a la cual se han integrado les fuera chica, son como gran reina con condiciones de emperatriz.
La monarquía Papal, no se nutre de nobles y sólo es para célibes varones, ergo no podemos analizarla con el mismo rasero, pero si señalar que Papas hay que están por debajo de sus funciones y otros totalmente por encima, no creo exija señalar que en este último caso Bergoglio, como Francisco constituye un ejemplo de grandeza pastoral universal, veremos como lo trata la historia cuando Europa esté totalmente poblada de africanos.
Las monarquías árabes, Marruecos, Arabia Saudita, Jordania, los Emiratos escapan al análisis por cuanto al tener los reyes varias esposas, las tienen bien guardadas y la prensa no puede entrar en los serallos, carecen de exposición pública que permita su evaluación.
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